Manual de túneles de carretera
Un buen conocimiento del factor humano en el contexto de los túneles de carretera permite optimizar la seguridad mediante actuaciones dirigidas al usuario, el proyecto del túnel y, de forma más general, a los entes involucrados (el explotador y los servicios de emergencia). El enfoque de este capítulo es sobre la interacción entre el sistema del túnel y los usuarios del túnel; se proporciona información adicional en la página Factor humano-operadores sobre la interacción con el personal del túnel y los equipos de emergencia.
El conjunto del túnel, incluida la gestión de su explotación, juega un papel importante en la seguridad, ya que determina lo que los usuarios vean o como puedan responder, tanto ante situaciones normales como de incendio. El tipo de normas de circulación, su cumplimiento por parte de los automovilistas y el grado con que se esfuerzan para ello, influyen significativamente en el nivel de seguridad del túnel. Juegan también un papel importante las características de los vehículos y las de las cargas que transportan.
Se podrían considerar medidas adicionales (respecto a las condiciones mínimas definidas por la Directiva UE) a la hora de tener en cuenta en la seguridad de los túneles, el factor humano y el comportamiento de los conductores. El proyecto para un uso óptimo desde el punto de vista humano deberá tener en cuenta la evaluación de las habilidades de las personas y sus limitaciones, y la garantía de que los sistemas y los procesos resultantes en los que intervengan las personas se conciban siendo coherentes con las habilidades y limitaciones que se hayan identificado. Dichas cualidades se refieren a los procesos físicos, cognitivos y sicológicos que afectan a la percepción, al tratamiento de la información, a la motivación, a la toma de decisión y a la ejecución de la acción.
Las conclusiones principales en lo que a los usuarios se refiere son:
El proyecto para un uso óptimo desde el punto de vista humano deberá tener en cuenta la evaluación de las habilidades de las personas y sus limitaciones, y la garantía de que los sistemas y los procesos resultantes en los que intervengan las personas se conciban siendo coherentes con las habilidades y limitaciones que se hayan identificado. Dichas cualidades se refieren a los procesos físicos, cognitivos y sicológicos que afectan a la percepción, al tratamiento de la información, a la motivación, a la toma de decisión y a la ejecución de la acción.
El informe técnico 2008R17 “Factores humanos y seguridad de los túneles de carretera desde el punto de vista de los usuarios” se ocupa de este tema. Se discuten observaciones sobre el comportamiento de los usuarios del túnel en situaciones normal y crítica, y discusión, en términos generales, de los principales factores humanos que influyen en éste. El informe también formula medidas recomendadas, adicionales a las medidas mínimas requeridas por la directiva de la UE.
El informe técnico 2011R04 "Recommendations regarding road tunnel drivers' training and information" Francés/Inglés aporta recomendaciones a todos los que están a cargo de la formación. El informe propone propuestas formativas, con instrucciones prácticas para su utilización por los usuarios. El documento se completa con distintas sugerencias y propuestas que podrían ser útiles a la hora de impartir la formación y de comunicar actividades.
Las principales recomendaciones metodológicas a implementar en especial atención a los factores humanos son:
La primera de ellas concierne en particular al diseño de túneles nuevos, para lo que es fundamental tenerlo en cuenta desde el primer momento de los estudios. Ello debiera permitir considerar los principales factores que condicionan el comportamiento de los usuarios en los túneles de carretera. Entre éstos se pueden mencionar:
La segunda concierne a tener en cuenta los trabajos llevados a cabo en el campo de la integración de los factores humanos y organizativos con respecto a la seguridad y trata principalmente de utilizar los conocimientos adquiridos hasta el momento en materia de seguridad vial en general, y de evacuación en situaciones críticas en particular. Ello puede concretarse de dos formas: bien por las lecciones aprendidas en los trabajos desarrollados en este campo (por ejemplo recomendaciones de PIARC), o bien implicando en el proyecto a especialistas en psicología. La conveniencia de participación de estos expertos merece ser considerada, tanto para el diseño de túneles nuevos como para la renovación de los existentes. Evidentemente ello no se aplica más que en los proyectos más importantes con características particulares (túneles transfronterizos y/o túneles especialmente largos, túneles de dimensiones reducidas, túneles complejos, etc.)
Independientemente de la posible implicación de especialistas en psicología, es necesario efectuar consultas a todos los actores que han de estar implicados en todas las fases. En particular, los servicios de intervención deben de estar estrechamente vinculados en el diseño de los equipamientos de seguridad (debe prestarse especial atención a los destinados a la autoevacuación de los usuarios).
La tercera recomendación se refiere a las pruebas y ensayos necesarios para validar opciones innovadoras cuando éstas sean deseables. Ya se ha aprendido mucho sobre lo que hay que tener en cuenta en relación con el comportamiento humano. Se invita a los proyectistas a tener en cuenta el factor humano una vez hayan adoptado todas las medidas de seguridad precisas en el túnel. Cuando se considere necesario desarrollar medidas innovadoras no deben descuidarse las fases de ensayos previos (de laboratorio, prototipos, etc.), ni las pruebas in situ. Sería muy útil que estas pruebas se llevasen a cabo con el apoyo de expertos de ciencias sociales. Su objetivo será la validación de las medidas de innovación propuestas, antes de su implantación.
Como conclusión general no se puede más que recalcar la necesidad de mostrar mucho pragmatismo y humildad en este campo. Un principio básico consiste en preferir soluciones simples e intuitivas siempre que sea posible, en línea con lo que se hace habitualmente en la práctica en condiciones a cielo abierto. Este tipo de enfoques aseguran que las medidas implementadas puedan ser correctamente comprendidas y adoptadas por los usuarios.