Con el fin de explotar y gestionar con éxito y de manera eficiente un túnel de carretera, es preciso establecer las tareas operativas y el órgano encargado de llevarlas a cabo, a fin de garantizar que todas las acciones necesarias se realicen de una manera consistente y segura (ver página Tareas de Explotación). El nivel de seguridad para los usuarios depende en gran medida las características específicas del túnel, pero también depende en gran medida de los procedimientos operativos y de las personas que están a su cargo.
Los responsables no tienen por qué pertenecer a la misma organización: los implicados y sus funciones pueden ser muy diferentes. Por ejemplo, la policía de tráfico está normalmente a cargo del tráfico, pero esta función en ocasiones es realizada por la administración de carreteras, y en algunos casos varias tareas se confían a una empresa privada/operador. Por otra parte, la misma función (por ejemplo: gestión del tráfico) puede ser realizada por organismos diferentes (personal de explotación, policía, subcontratista), por lo que las correspondientes funciones y responsabilidades deben ser especificadas, así como las recomendaciones para mejorar el comportamiento de las personas implicadas en la explotación del túnel y su nivel de cooperación (ver la página Implicados y su cooperación).
En cada caso, la organización de la explotación y la coordinación con los diferentes organismos deben ser definidas mediante procedimientos y protocolos escritos que sean simples y directos, de modo que puedan ser claramente entendidos por todas las partes y sean resistentes frente a la presión que se genera en situaciones de emergencia.
La organización de la explotación puede ser muy diferente de un túnel a otro, por lo que es difícil de definir un marco general común. Sin embargo, es conveniente evaluar para cada túnel o grupo de túneles la mejor organización a adoptar, tanto durante el funcionamiento normal como en el caso de una situación de emergencia (ver la página Organización de la explotación).
Con frecuencia se requieren procedimientos organizativos y de explotación específicos para túneles complejos y redes de carreteras subterráneas Los siguientes tipos de túneles pueden considerarse «complejos»:
Todas las infraestructuras mencionadas comparten varias características similares:
Más información sobre estas infraestructuras, con estudios de casos específicos, puede encontrarse en el informe técnico de la AIPCR 2016R19 Túneles de carretera: Redes complejas subterráneas de carretera.
Es fundamental establecer procedimientos de explotación tipo, así como condiciones mínimas de explotación y planes de emergencia. De hecho, se trata de un paso clave en la planificación de la respuesta operativa a posibles emergencias en túneles, para las que se necesitan respuestas específicas adecuadas a diversos tipos de incidentes (ver la página sobre protocolos de explotación).
Las estrategias de ventilación deben definirse desde la fase de proyecto, habiendo diversas estrategias posibles. La ventilación longitudinal consiste en la creación de una corriente de aire longitudinal en el túnel a fin de empujar el humo generado por un vehículo incendiado a uno de los lados. Si hay usuarios presentes en ese lado, pueden resultar afectados por los gases tóxicos y por la reducción de la visibilidad, por lo que el uso de esta estrategia en túneles bidireccionales y/o congestionados requiere mucha precaución. La velocidad mínima del aire para un control satisfactorio del humo depende del tamaño del incendio especificado en el proyecto y de la geometría de túnel (pendiente, sección transversal).
La ventilación transversal aprovecha la ventaja de la estratificación del humo que se concentra en la clave del túnel desde donde puede extraerse mecánicamente. El sistema se proyecta de forma que pueda mantener una capa de aire fresco en la parte inferior de la sección transversal del túnel con visibilidad adecuada y baja toxicidad que permita la autoevacuación. Por lo tanto, es importante mantener en la zona del incendio la corriente longitudinal de aire lo más bajo posible para evitar la desestratificación y la excesiva dispersión longitudinal del humo. Esta estrategia es aplicable a cualquier túnel, pero el proyecto, la construcción y la explotación es más difícil y cara.
La elección de la estrategia de ventilación se rige generalmente por consideraciones de seguridad contra incendios (ver el capítulo 5 del informe 05.05.B 1999 «Ventilación para el control de incendios y humos» (francés/inglés).
La gestión y la explotación diarias, así como la conservación de un túnel, implican altos costes de operación y presupuestarios. De hecho, los túneles son las infraestructuras más costosas de una red de carreteras (en términos de necesidades energéticas, de dotación de personal y de control). La definición y la optimización de las diferentes partidas de coste en un túnel y las recomendaciones para reducirlas han sido analizadas por el comité de túneles de la AIPCR. Deben considerarse el uso eficiente de la energía y la reducción progresiva de su consumo, con el fin de realizar una explotación sostenible de la red de carreteras (ver la página Costes de Explotación).
El objetivo final es garantizar a los usuarios un nivel adecuado de servicio y de calidad. El logro de este objetivo dependerá obviamente de la naturaleza y del rendimiento general de las instalaciones y equipamientos. El rendimiento de los equipamientos a menudo depende de la forma en la que son operados por el personal del túnel en términos de oportunidad y conveniencia. Por lo tanto el personal encargado de realizar las tareas de explotación debe ser bien seleccionado en el momento de la contratación, y correctamente formado, antes de iniciar sus tareas y de manera continua a lo largo de su carrera (ver la página Recursos humanos).
El nivel de seguridad o la capacidad de tráfico en un túnel están influenciados por las incidencias que se producen en la carretera y por la evolución del tráfico. El explotador del túnel en ocasiones puede realizar modificaciones menores o mayores en el sistema o en los criterios de gestión para hacer frente a estas incidencias. Por ello es necesario controlar tanto éstas como los accidentes usando la información y la experiencia adquirida para mejorar de forma continua y sistemática la explotación del túnel.
El explotador debe utilizar las enseñanzas adquiridas con la experiencia para la toma de decisiones sobre mejoras (ver la página Realimentación de incidentes).
Cuando el equipamiento de un túnel no cumple las necesidades del operador, los requisitos normativos o se han modificado las características o niveles del tráfico, puede ser necesario mejorar o reacondicionar el túnel. Para reacondicionar un túnel existente, las recomendaciones van principalmente dirigidas a facilitar la gestión del tráfico en la red. Además es necesario considerar la fiabilidad y durabilidad así como el coste del ciclo de vida (ver la página Mantenimiento y mejoras).
Este capítulo afecta principalmente a túneles medios y largos, con niveles de tráfico medio o alto, situados en lugares donde es posible la intervención de equipos de emergencia externos. Estos túneles son gestionados por una organización específica, dedicada a la explotación de un solo túnel o de un grupo de ellos, que forman parte de una misma red de carreteras.
La página Túneles de tráfico reducido presenta las condiciones específicas de los túneles cortos o con muy baja densidad de tráfico o en túneles situados en zonas con baja densidad de población.
En general, se considera que los túneles ofrecen unos niveles de seguridad adecuados o incluso mayores que los de carreteras a cielo abierto. Sin embargo, las consecuencias potenciales de los incidentes (averías, accidentes o incendios) pueden ser mucho más graves en los túneles que al aire libre. Además, como los túneles son muy a menudo puntos de paso obligatorios e incluso muchos de ellos son cuellos de botella de la red viaria, el cierre total o parcial puede producir grandes alteraciones de tráfico y obligar a los usuarios a recorrer grandes distancias por rutas alternativas.
Por estas razones, las concesionarias y las autoridades de las redes viarias deben garantizar la continuidad operativa y la seguridad en los túneles de carreteras. Por tanto, deben asegurarse que los usuarios cuenten con unos niveles de seguridad y servicio que cumplan con las normativas legales en vigor.
Figura 1: Trabajos de mantenimiento en un túnel (Francia)
Según las normativas de cada país, las concesionarias y/o los agentes de tráfico se encargan de gestionar el tránsito en los túneles y en las inmediaciones. Concretamente, deben proporcionar seguridad a los usuarios y al personal que pueda estar trabajando dentro de los túneles (operarios, subcontratistas, etc.). En varios países, la policía de tráfico se ocupa globalmente de las patrullas y de la gestión del tráfico, mientras que las concesionarias se encargan de tareas como el mantenimiento, la gestión de los equipamientos, la vigilancia y la asistencia del tráfico.
En general, las tareas típicas de las concesionarias son:
Vigilancia del tráfico y el funcionamiento de los equipamientos de los túneles
Los túneles principales (en términos de longitud, densidad de tráfico y complejidad del túnel) generalmente se gestionan desde un centro de control de tráfico. Muy a menudo, el centro de control está equipado con sistemas de vigilancia remota (por ejemplo, cámaras de circuito cerrado o detección automática de incidentes) y permite controlar ciertos equipamientos a distancia (ventilación, señalización, barreras de cierre del túnel, etc.).
Equipos de vialidad
En ciertos casos, las concesionarias también puede desplegar equipos de vialidad, que proporcionan una vigilancia directa de los usuarios del túnel. Estos equipos pueden intervenir rápidamente en caso de necesidad.
Gestión de obras
Las obras se inspeccionan con regularidad. También se hace un mantenimiento regular de las instalaciones, como los sistemas de drenaje, las alcantarillas y todas las estructuras secundarias (instalaciones dentro del túnel, salas técnicas, etc.).
Gestión de los equipamientos
En los túneles principales, las concesionarias se ocupan de instalar varios tipos de equipamientos y de controlarlos durante la fase de explotación. Los túneles también disponen de sistemas que permiten monitorizar su estado. Las concesionarias deben encargarse del mantenimiento de los equipamientos instalados y, para ello, pueden contar con herramientas informáticas que ayudan a realizar las tareas.
Gestión de las situaciones de emergencia
Sea cuál sea el tipo de incidente, tanto si es un problema relacionado con el tráfico (accidente, choque en cadena, incendio, etc.) como con el equipamiento (pérdida del suministro de energía, fallos en la red de transmisión de datos, etc.), normalmente la empresa a cargo de la vigilancia debe intervenir e/o informar y activar el servicio o la autoridad pertinente.
Gestión Técnica y Administrativa
Además de las tareas directamente relacionadas con la explotación del túnel, las concesionarias ofrecen los servicios técnicos y administrativos de apoyo a la gestión de la infraestructura y, naturalmente, al personal. Proporcionan el diseño de mejoras de equipamiento, dirección de obras, inversiones y presupuestos ejecutivos para el correcto funcionamiento del túnel. Finalmente, también realizan estadísticas y supervisan la consecución de sus propios objetivos mediante la elaboración de informes periódicos sobre la explotación del túnel/ruta (indicadores financieros, indicadores de tráfico, etc.).
El Informe Técnico 05.13.B "Buenas Prácticas para la Explotación y el Mantenimiento de los Túneles de Carretera", Inglés/Francés trata de este tema en los apartados 2 y 4.
La gestión del transporte por carretera es una tarea muy compleja, y todavía más en el entorno de un túnel. Parte de esta complejidad se debe al hecho de que las responsabilidades y competencias requeridas para la gestión de los túneles se encuentran distribuidas entre diferentes servicios. Por este motivo, la cooperación de los diferentes actores es un pre-requisito fundamental para una gestión del tráfico y de los incidentes.
Fig. 1: Bomberos, explotador y autoridades en un ejercicio de seguridad
El Informe Técnico 2007R04 "Guía para la organización, contratación y formación del personal de explotación de túneles de carretera", define las tareas de organización de forma más precisa.
Aunque la organización de la explotación de los túneles varía de un país a otro, generalmente incluye los siguientes grupos:
En algún caso puntual, los servicios de rescate de emergencia se consideran parte del personal de explotación.
A veces, una única empresa se responsabiliza de todo el personal necesario para la explotación de los túneles. Otras veces, varias organizaciones públicas y privadas comparten las tareas. Por ejemplo, el propietario del túnel o el administrador de la carretera pueden encargar a una empresa pública o privada la explotación global y luego subcontratar tareas específicas (por ejemplo, tareas de mantenimiento).
Las medidas de gestión de incidencias dependen de las leyes nacionales y los requerimientos locales específicos de cada túnel. En consecuencia, la organización de las concesionarias y la policía de tráfico dependen del contexto local. El Informe técnico 2007R04 define, en el capítulo 4 "Personal de explotación: tareas y medios", la organización de la explotación con más detalle.
La explotación de túneles complejos y redes subterráneas debe tener en cuenta factores especiales y en particular:
La intensidad de tráfico es generalmente el factor más significativo ya que cuando es elevada es mucho más frecuente la congestión. Cuanto mayor es el tráfico mayor es el número de personas en el interior del túnel y en caso de incidente será mayor el número de usuarios a evacuar.
En este tipo de túneles los carriles de los accesos y los ramales de cambio de velocidad son tramos importantes de riesgo de accidentes.
Debe analizarse con mucha cautela la hipótesis que a veces prevalece desde el inicio de los proyectos de que nunca habrá congestión. De hecho, con el fin de eliminar el riesgo de atascos, se puede regular el volumen del tráfico que entra en la red subterránea pero ello ocasiona una disminución significativa de la capacidad de la infraestructura lo que a menudo va en contra del razonamiento que justifica su construcción por lo que a veces deben reducirse o incluso abandonarse este tipo de medidas ante la necesidad de aumentar la capacidad. Generalmente la probabilidad y frecuencia de que se produzcan cuellos de botella son mayores que las inicialmente supuestas en el proyecto de la red.
Los temas a tener en cuenta incluyen:
Los sistemas de ventilación en túneles complejos y redes subterráneas deben tener en cuenta:
La comunicación con los usuarios debe reforzarse y adaptarse a la multitud de ramales que constituyen la red, diferenciándose entre cada uno de ellos según las necesidades, especialmente en caso de incendio.
Los usuarios deben poder identificar su posición en la red, lo que requiere, por ejemplo, la instalación de letreros específicos, códigos de colores, etc.
En las intersecciones o en los ramales de acceso deben someterse a una cuidadosa consideración las señales direccionales y las de información debiéndose tener en cuenta especialmente las distancias de visibilidad y su clara legibilidad.
Se debe prestar atención a la interrelación y a la cooperación entre las partes interesadas, en particular en los asuntos de gestión del tráfico y de seguridad (especialmente en caso de incendio), incluida la evacuación de los usuarios y la intervención de los servicios de respuesta a la emergencia.
Generalmente, en una red subterránea compleja intervienen numerosos explotadores cuyas culturas, habilidades, objetivos y organizaciones son múltiples y a menudo diferentes. Sin embargo, las condiciones de seguridad de la red y el nivel de servicio prestado a los usuarios requieren una buena coordinación entre ellos, además de un excelente entendimiento y confianza mutuos, por lo que es absolutamente esencial un comité de coordinación con un liderazgo fuerte.
Los centros de control deben tener en cuenta la interrelación entre los distintos tramos de la red y entre los diversos explotadores. Deben permitir la transmisión de la información común, que es esencial para cada explotador, y facilitar la posible jerarquía temporal de un centro de control sobre otro. La arquitectura de la red de centros de control, sus prestaciones y su metodología, deben estar sujetas al análisis general de las distintas organizaciones, responsabilidades, desafíos y riesgos. Este análisis debe de recoger una variedad de escenarios de explotación tanto en condiciones normales como de emergencia y debe revisar la interacción entre las diferentes subsecciones de la red y las responsabilidades respectivas de cada centro de control.
Las condiciones de seguridad de una red subterránea compleja no difieren esencialmente de las de un túnel estándar. Sin embargo, todo es más complejo debido a:
Por tanto, es absolutamente esencial un perfecto conocimiento de las redes y de las condiciones con las que se enfrentarán durante una emergencia. Pueden ser útiles ciertas herramientas, como:
Sin embargo, aunque estas herramientas son necesarias, nunca reemplazarán a la formación ni al factor humano, siendo básicas la capacidad de iniciativa y la adaptación, que siguen siendo fundamentales para hacer frente a un evento de gran escala.
Todas las concesionarias de túneles elaboran y actualizan los manuales de explotación por escrito, que definen los objetivos y criterios de las posibles acciones que llevarán a cabo los distintos proveedores de servicios internos, y que pueden afectar al túnel o la carretera. Deben tenerse en cuenta todos los posibles casos que puedan presentarse, como incidentes rutinarios, accidentes graves y emergencias. Los manuales de explotación contienen las acciones básicas que deben llevarse a cabo, con los procedimientos asociados y las restricciones existentes.
El personal de explotación también necesita un plan de emergencia tanto para intervenir tras un accidente viario como tras un fallo técnico del equipamiento del túnel. Este plan incorpora normalmente los requisitos legales e incluye procedimientos operativos e instrucciones, que tienen en cuenta, como mínimo, a los trabajadores de los túneles y al personal de intervención en caso de incidente o fallo técnico. Los procedimientos para intervenciones de emergencia deben coordinarse con los que aplican los servicios de emergencia y rescate. El contenido detallado de este plan puede definirse en instrucciones o directivas nacionales específicas de cada país y debe ajustarse a los aspectos técnicos y organizativos específicos del túnel.
El Informe técnico 2007R04 define, en el capítulo 4 "Personal de explotación: tareas y medios", la organización de las actuaciones con más detalle.
El sistema de ventilación del túnel debería asegurar una calidad del aire adecuada durante la explotación normal y las actividades de mantenimiento, así como conseguir una adecuada gestión de humos en caso de incendio. Además, las vías de evacuación deben mantenerse libres de humos.
Sin embargo, para escoger y operar un sistema de ventilación, la explotación normal y la gestión de los humos no se pueden abordar de forma independiente.
Durante la explotación normal, es necesario mantener los niveles de contaminantes dentro del túnel por debajo de los umbrales definidos para la visibilidad, relacionada con las partículas, o los gases tóxicos en cada sección del túnel. Algunos sistemas de ventilación pueden diseñarse y operarse para minimizar el impacto en el entorno próximo a las bocas. En la sección correspondiente de la página Proyecto y Dimensionamiento se puede encontrar información adicional sobre los criterios de diseño para la explotación normal.
El control de la ventilación durante la explotación normal debería lograrse con los mínimos costes de explotación. Es habitual controlar las actuaciones del sistema de ventilación a través de medidas de los principales contaminantes (incluyendo la opacidad, CO y/o NOx), para optimizar el uso del sistema. En algunos casos, los operadores del túnel necesitan emplear los sistemas SCADA para comprobar el funcionamiento correcto del sistema de control. En la página Control y monitorización puede encontrarse más información.
En algunas ocasiones se persiguen otros objetivos, como por ejemplo minimizar el riesgo de condensación en los parabrisas de los vehículos y prevenir la entrada de niebla desde el exterior. En caso de trabajos de mantenimiento en el túnel, la ventilación tiene que cumplir los criterios de calidad del aire frente a la exposición de larga duración de los trabajos en el túnel.
En caso de incendio en el túnel, el sistema de ventilación debe operarse para lograr y mantener las condiciones adecuadas para la auto evacuación y las actuaciones de rescate.
Durante fase de auto evacuación (también denominada auto rescate) durante la cual los usuarios deben, por decisión propia, intentar escapar del túnel, el sistema de ventilación pretende crear y mantener unas condiciones ambientales aceptables para su evacuación. Estas condiciones consisten, básicamente, en mantener niveles aceptables de visibilidad y calidad del aire.
Durante la fase de lucha contra el fuego, la actuación sobre el sistema de ventilación debe decidirse por el responsable de la gestión de la emergencia, quien debería elegir la mejor solución teniendo en cuenta las posibilidades del sistema de ventilación y las necesidades operacionales de los bomberos.
Se puede encontrar más información en la sección 8.3 del informe AIPCR 2007 05.16.B "Sistemas y equipamiento para el control del humo y el fuego" (Inglés/Francés).
A diferencia de la explotación normal, donde las condiciones en el túnel cambian más lentamente, las condiciones durante un incendio pueden variar de forma rápida, llevando al deterioro de las condiciones en el túnel. El proyectista define en un principio los objetivos del sistema de ventilación, dimensiona los equipos necesarios y propone las acciones que el operador debería llevar a cabo ante diferentes escenarios. El proyectista, por tanto, necesita comprender el comportamiento del humo, lo que el usuario del túnel podría hacer (comportamiento humano), y lo que el operador, y posteriormente los servicios de emergencia, deberían hacer para responder ante una emergencia.
Se pueden emplear distintas estrategias de ventilación en túneles. La elección entre ellas normalmente se suele realizar atendiendo a criterios de seguridad frente a incendio y el uso del sistema en explotación normal se ajusta en consecuencia.
El informe AIPCR 1999 05.05.B "Incendio y control de humos en túneles de carretera" aporta numerosos detalles sobre la gestión del humo y el informe 2011 R02: "Túneles de carretera: Estrategias de control de la ventilación en situación de emergencia" analiza diferentes metodologías de ventilación y de estrategias de actuación.
En el caso de los operadores de túnel, se materializa a través de las decisiones que debe tomar respecto de la configuración del equipamiento de ventilación existente. Habitualmente estas decisiones se realizan escogiendo entre distintas configuraciones preestablecidas del equipamiento, lo que obliga a plantearse diversas cuestiones:
Los objetivos del diseño deberían proporcionar medios útiles para caracterizar las posibles prestaciones de operación del sistema de ventilación, mientras que las características disponibles del sistema determinan los resultados alcanzables desde una perspectiva de explotación. A la hora de responder a un incidente real esta diferencia puede resultar crítica, y la importancia de la relación proyectista – operador, crucial.
Además, la definición de procedimientos de actuación estandarizados resulta esencial en caso de incendios en túneles. El desarrollo de un Plan de Respuesta ante Emergencias integrado es el primer paso imprescindible para planificar los procedimientos de actuación ante emergencias en el túnel. El plan debería definir respuestas concretas ante distintos tipos de incidentes, incluyendo la descripción de cómo debería usarse el sistema de ventilación. Para su elaboración, es necesario lograr una adecuada coordinación entre el proyectista (en algunos casos), los operadores del túnel, y todos los agentes externos que podrían en algún momento resultar involucrados en una emergencia en el túnel.
En el caso de sistemas subterráneos complejos o urbanos, los operadores del túnel deben enfrentarse a desafíos adicionales: durante la explotación normal, controlar los flujos del aire en el túnel adecuadamente para asegurarse de que todos los ramales reciben la cantidad de aire necesaria para diluir los contaminantes; y en caso de incendio, minimizar los efectos dañinos del humo, aislando las distintas secciones del túnel para evitar su propagación a la red completa de túneles.
Se puede encontrar más información sobre los aspectos más relevante asociados con la ventilación de estos túneles en la sección 6 del informe AlPCR 2016 R19 "Túneles de carretera: Redes complejas subterráneas de carretera".
La experiencia demuestra que un kilómetro de un túnel siempre es más costoso que un kilómetro de la misma carretera en el exterior. Las estructuras subterráneas requieren sistemas y equipamientos que garanticen la explotación segura bajo circunstancias de funcionamiento normales y que permitan la protección y evacuación de los usuarios y la intervención de los servicios de rescate en caso de incidente, accidente o incendio. Estas instalaciones no solo implican unos costes de inversión considerables, sino que también conllevan unos costes de explotación y mantenimiento especialmente altos. Así, el papel de la concesionaria consiste en garantizar el funcionamiento continuado y seguro en un contexto con costes controlados.
Si el diseño y la construcción de un túnel se han llevado a cabo con un nivel de calidad bajo, es posible que a pesar de hacer una buena gestión no se puedan optimizar los costes de explotación. Por lo tanto, durante las distintas fases del proyecto y la ejecución de las obras se deben tener muy en cuenta los costes de explotación: deben tomarse medidas preventivas para que no aparezcan problemas a lo largo de la fase de explotación.
Las tareas que deben llevar a cabo los operadores son esenciales para la seguridad y la eficiencia global de la explotación de los túneles. Además, el contexto va cambiando, ya que los problemas de explotación son cada vez más importantes y los sistemas cada vez más complejos.
Figura 1: Operadores en un centro de control de un túnel (España)
Durante el proceso de selección, las cualificaciones necesarias para los futuros operadores deben definirse de acuerdo con el tipo de tareas que realizarán. Si bien las tareas son similares en todos los países, las personas responsables de llevarlas a cabo no pertenecen necesariamente al mismo tipo de organización en cada país. Sin embargo, las habilidades y aptitudes requeridas deberían ser parecidas.
Al diseñar la formación del personal (inicial o continua), deben plantearse estas dos cuestiones:
Si el país no dispone de regulaciones acerca de los contenidos de la formación, la concesionaria debe adaptar su programa de formación a las características y requisitos específicos de sus túneles.
El Informe técnico 2007R04 "Guía para la organización, contratación y formación del personal de explotación de túneles de carretera", especifica el proceso de selección y formación de personal con más detalle, en los capítulos 7 "contratación del personal de explotación" y 8 "formación del personal de explotación".
La concesionaria necesita poner a prueba los procedimientos y la eficiencia de los operadores con regularidad, para asegurarse de que los trabajadores están familiarizados con los distintos tipos de equipamientos instalados en el túnel. Así podrá detectarse cualquier posible deficiencia en la ejecución de tareas específicas.
Además de los ejercicios internos, la concesionaria y los servicios de emergencia deben organizar simulacros de rescate de forma conjunta, con la participación de la policía de tráfico, la concesionaria, los servicios médicos, los bomberos y los servicios rescate. Los resultados de cada ejercicio deben analizarse. Si las lecciones que se extraen de un ejercicio revelan alguna deficiencia, las estrategias de intervención deberían revisarse.
En los túneles de carreteras, los simulacros deberían considerarse como una parte integral del proceso de planificación de emergencias del túnel. En muchos países, las normativas de seguridad de los túneles de carreteras especifican los intervalos de tiempo entre simulacros de emergencia, y a veces dan alguna indicación sobre los contenidos de los ejercicios.
Para las concesionarias de túneles, organizar estos simulacros representa una tarea considerable.
El documento técnico 2012R25ES “Buenas prácticas para los ejercicios de emergencia en túneles de carretera” basado en una encuesta sobre la experiencia internacional actual en este campo especializado, ofrece una guía paso a paso sobre cómo definir los objetivos, preparar, llevar a cabo y evaluar un simulacro de la forma más eficiente. También incluye información práctica sobre los recursos requeridos, los costes y los resultados que deben conseguirse.
Es esencial recopilar y analizar datos relacionados con incidentes y accidentes tanto para la evaluación de los criterios de explotación como para el análisis de riesgos en el túnel. Todo ello es importante para la mejora continua de la seguridad en el túnel. En particular, los datos recopilados permiten evaluar la frecuencia de las incidencias. Asimismo, proporcionan una experiencia sobre sus consecuencias y sobre la efectividad de las medidas de seguridad y los equipamientos. También ofrecen información adicional acerca del comportamiento real de los usuarios de los túneles.
La recopilación y el análisis de datos relacionados con los incidentes y accidentes deberían permitir la consecución de estos dos objetivos:
Finalmente, ofrecen información útil (estadísticas nacionales según el tipo de túnel) para el análisis de riesgos relacionado con túneles que están en fase de proyecto (es decir, en desarrollo) o con túneles en explotación que aún no disponen de una base de datos adecuada.
Las lecciones que se extraen de la explotación, y en particular durante los incidentes y accidentes, deben analizarse. De hecho, si los resultados de estos análisis revelan deficiencias, cabe la posibilidad de intervenir mediante la mejora de estrategias y de las instrucciones de explotación.
El capítulo 3 "Recopilación y análisis de datos en incidencias en túneles de carreteras" del Informe técnico 2009R08 Inglés/Francés define detalladamente las condiciones para el análisis de datos de incidentes y accidentes.
Figura 1: Tareas de mantenimiento del alumbrado del túnel
El capítulo 2 del Informe técnico 2008R15 "Explotación de los túneles de carretera urbanos existentes" francés / inglés define las condiciones para realizar mantenimiento en túneles que están operativos.
Es probable que durante la renovación de equipamientos en un túnel que no se puede cerrar con facilidad se encuentren las mismas dificultades mencionadas arriba. Con respecto a las intervenciones de mantenimiento, para completar este tipo de trabajos pueden ser necesarias varias semanas, o incluso varios meses. En consecuencia, deben planearse medidas más elaboradas y a menudo más costosas.
El capítulo 6 del informe técnico 05.13.B "Renovación de túneles" francés / inglés debate aspectos relacionados con la renovación.
Fig. 1: Túnel corto con iluminación en el área rural
Las recomendaciones indicadas en las páginas anteriores del capítulo "Explotación” no son siempre relevantes (o incluso difíciles de implantar) en túneles cortos o con muy baja densidad de tráfico o en túneles situados en zonas con baja densidad de población.
Para este tipo de túneles se recomienda realizar un análisis específico individualizado (o para un grupo de túneles situado en la misma carretera), teniendo en cuenta:
Este análisis permitirá organizar e implantar el sistema de explotación más adecuado de acuerdo a las condiciones específicas de cada túnel.