La experiencia demuestra que un kilómetro de un túnel siempre es más costoso que un kilómetro de la misma carretera en el exterior. Las estructuras subterráneas requieren sistemas y equipamientos que garanticen la explotación segura bajo circunstancias de funcionamiento normales y que permitan la protección y evacuación de los usuarios y la intervención de los servicios de rescate en caso de incidente, accidente o incendio. Estas instalaciones no solo implican unos costes de inversión considerables, sino que también conllevan unos costes de explotación y mantenimiento especialmente altos. Así, el papel de la concesionaria consiste en garantizar el funcionamiento continuado y seguro en un contexto con costes controlados.
Si el diseño y la construcción de un túnel se han llevado a cabo con un nivel de calidad bajo, es posible que a pesar de hacer una buena gestión no se puedan optimizar los costes de explotación. Por lo tanto, durante las distintas fases del proyecto y la ejecución de las obras se deben tener muy en cuenta los costes de explotación: deben tomarse medidas preventivas para que no aparezcan problemas a lo largo de la fase de explotación.